martes, 28 de abril de 2009

Barcelona

Existe al noreste de España una pequeña ciudad, tiene cuatro paredes, el suelo de madera y una ventana. A un lado una cama de 90 cm con una colcha revuelta, al otro un sofá blanco. Un armario y una pequeña mesita plegable son todos los edificios que puedes visitar. En Barcelona sólo hay un habitante, de pelo revuelto y ojos de extraño azul oscuro, tiene tatuajes, anda con los pies abiertos y unos movimientos ligeramente torpes, la voz quebradiza y una belleza atípica, tremendamente acogedor y sencillamente sencillo, su vestimenta se basa en camisetas gigantes y zapatos importados de alguna tienda de Madrid. La gastronomía típica es muy variada, desde pasta improvisada a sandwiches de jamón y queso, casi todo acompañado de salmón ahumado y no hay una hora concreta para comer porque en este lugar la percepción del tiempo se pierde, es como entrar en un limbo donde los segundos transcurren a velocidad variable y tan pronto es de día como aparece la noche. Puedes encontrar varias actividades de ocio pero la más popular es aprender a querer a este habitante, disfrutar de su piel y sus besos, de su aire de niño pequeño y de su susurrante cariño. 

Para ir a Barcelona y tener un todo incluido su ciudadano sólo concede un visado, y ese visado ahora lo tengo yo, así que sintiéndolo por todos los que no van a poder disfrutar de este paraíso, me dispongo a profundizar en su cultura hasta tal punto que voy a hacerla mía. Barcelona.

miércoles, 8 de abril de 2009

jueves, 2 de abril de 2009

Mentiras y Gordas

Me levanto a las 16:50. Brais ya se ha ido a Santiago, creo recordar que ha entrado en mi habitación a darme un beso pero no lo tengo muy claro. Caliento café en el microondas, me siento en el sofá, le doy un sorbo y me enciendo un cigarrillo. Abro el Mac, me conecto al facebook, al myspace, al flickr, al bakala, al manhunt y al gaydar, otro día más sin novio, pienso. Veo Fama de reojo, hoy se libra Yurena de las nominaciones. No tengo plan y me siento solo así que me pregunto si habrá alguna película estúpida que ver y cuya sesión me venga bien. Me conecto a entradas.com, la elegida, Mentiras y Gordas, película que busca taquillazo a costa de quinceañeras, con los más guapos del panorama televisivo actual. Me ducho, hoy tengo la polla grande, estreno los vaqueros nuevos, me hacen la pierna gorda pero me encantan, me pongo las Nike amarillas y salgo pitando al cine, llego tarde.

Cojo el metro, me quedo de pie al lado de la puerta con el iPod sonando lo más alto posible. A través del cristal veo como el chico que está sentado detrás de mi me mira el culo. Es feo, qué pena que no sea el que está de pie en la puerta de mi derecha. Me bajo en Sol, subo la calle Montera a ritmo de Like a Virgin. Llego a los cines Acteon, compro la entrada, me pillo una Coca cola Light y subo a mi sala. Que descuidado está este cine,  pienso. La puerta de la sala está abierta, entro y descubro que la sesión anterior no ha terminado y veo el final de la película, no me importa demasiado.

No hay mucha gente, me sorprende ver a varios señores de más de sesenta años que van solos, qué sospechoso. Intento sentarme lejos de las quinceañeras poqueras, se ve a la legua que me van a dar la película. Pienso que me encanta la sensación de ir solo al cine, de ver los trailers, el anuncio para apagar el móvil y el movierecord, es casi como hacerse una paja. Comienzan los títulos de crédito, entra en la sala una pandilla de niñatas gritonas y se sientan justo detrás mía, mierda. Me cambio de sitio, aparecen Ion González, qué guapo es este chico, y Mario Casas, a la legua se ve que su personaje es homosexual lo que desilusiona ampliamente a las quinceañeras y evidentemente no pueden dejar de expresarlo gritando "qué mierda, es maricón". Los dos están sentados en la playa, sin camiseta y deciden bañarse. Un plano de espaldas recoge como se desnudan, pienso que los dos tienen unos culos muy feos pero me da morbo verlos peleándose en el agua. Hugo Silva es muy mal actor, es como el Nicholas Cage español, siempre con la misma cara de estreñido. Ana de Armas es un pivón, sus tetas sin duda son las mejores del cine patrio y tiene cierto aire elegante que en una cubana resulta extraño. Miriam Giovanelli es una especie de Ornella Mutti, todo sensualidad y carnalidad en el cuerpo de una adolescente con cara de niña muy desarrollada, ella es la gorda del título y el culo que le han puesto se ve mucho más falso que el que le pusieron a Penélope en Volver. Pienso que la mejor actriz de la película es Ana María Polvorosa, la Lorena de Aída, y que es una firme candidata a chica Almodóvar y que la peor es Duna Jové, nadie se cree que es modelo, ella es la mayor mentira de la película. Me río mucho cuando después de unos planos espectaculares de los maravillosos ojos de Maxi Iglesias, que, por cierto, son igualitos que los de un ex amante mío, sale un plano de su culo peludo y oigo a una adolescente gritando "aj, que asco, tiene pelos en el culo", pobres chiquillas, la de cosas que tienen que descubrir aún. Me pongo superchachondo cuando veo a Mario tocando y besando a Ion en la secuencia del trío. Veo a Pau Avia bailando en el Roxy y me hace mucha gracia, pienso en llamar a Brais para contárselo.

Acaba la película y pienso que es un rollo, ya imaginaba que en el fondo era una excusa para hacer pasta a costa de desnudar a toda esta pandilla pero lo podían haber disimulado un poquito más. Salgo del cine, me enciendo un cigarrillo, después de tanta droga y tanto porro en pantalla tengo la ansiedad a flor de piel. Llego a casa pensando que me queda poco tiempo para cenar,  pero no sé muy bien por qué me veo en la necesidad de abrir el blogger y ponerme a escribir casi de forma automática. Publico entrada y me voy a hacer la cena.