Ana: ¿Juan tienes un kleenex?
Juan: No, yo no llevo nunca
Ana (al taxista): ¿Y usted tiene un kleenex?
Taxista: Es que sólo tengo un paquete
Ana: Pero yo sólo quiero uno...
Taxista (dándole el paquete a Ana): ¿Y ahora con que me limpio yo el ojete?
Cara de estupefacción de Ana y Juan
Taxista: Con lo que me gusta a mi meter el dedo en la Nocilla calentita y chuparlo pero luego me lo tengo que limpiar
La cara de estupefacción se transforma en cara de susto
Taxista: Por no hablar de los mocos calentitos y verdes...
Silencio absoluto en el taxi.
Por fin un taxista ingenioso. Si son un servicio público, deberían también proveernos de entretenimiento para el viaje. P. ej. una lista de temas de conversación a lo "El sentido de la vida" de los Monthy Pyton.
ResponderEliminarEste taxista, por ejemplo, ha sabido entreteneros sin necesidad de criticar a Zapatero o Gallardón -o subir el volumen de FJL en la COPE-. Tanto que hasta se puede resaltar en tu blog. Un detalle.
yo no quiero que me entretengan en un taxi, quiero que se callen, que no me den coba y que me dejen mirar tranquilamente por la ventana... son un servicio público no "Encarna de Noche" joder!
ResponderEliminary encima luego te clavan...